La investigadora y premio novel de economía, ha muerto. Tenía la oportunidad de oírla en marzo en Londres y llegué tarde a la sesión inaugural del congreso, ahora me arrepiento de no haber madrugado más ese día.
En estos malditos tiempos, en los que a algunos europeos nos tocan vivir con la incertidumbre con la que amanecen habitualmente en otras zonas del mundo menos afortunadas, se ha ido una gran mujer que derribó muchos de los mitos neoliberales que se nos intentan imponer hoy en día y que defendió desde la ciencia la gestión comunal frente a la tan vitoreada gestión privada que adora este mundo capitalista en el que agonizamos económicamente y probablemente, también socialmente.