Seguridad ante los riesgos aceptables y asumibles economicamente no es equivalente a falta de peligro ante los riesgos no previstos.
Ahora también sabemos que la empresa propietaria de la central nuclear de Fukushima 1 tomó decisiones peligrosas cuando se desoyeron las advertencias de sus propios especialistas. La noticia de esta mañana del país semanal nos deja con una sensación de indefensión ante esta gente que maneja los riesgos a su discreción según sean admisibles desde el punto de vista de rentabilidad económica.